Después de un día de exploración, los huéspedes que se alojen en una de las once habitaciones que ofrece el hotel, podrán disfrutar de un patio al aire libre, un jardín romántico, una sala tranquila con una chimenea o una terraza con vistas espectaculares del volcán Pichincha. Cada habitación es única y ha sido diseñada con tradición, sencillez y elegancia, utilizando una paleta de colores inspirada en los colores cálidos y terrosos de los Andes. Las habitaciones son impecables y luminosas, equipadas con las comodidades necesarias para hacerte sentir como en casa. En tu habitación, encontrarás toallas frescas y un chocolate Arriba, de la más alta calidad, como un regalo de bienvenida. Las camas están cubiertas de textiles ecuatorianos, utilizando los mejores algodones y diseños indígenas tradicionales. Si tienes que estar en contacto, tenemos WIFI en todo el edificio y un lugar de trabajo, para los clientes que requieran de un computador.
El hotel está situado en una tranquila calle en el barrio de La Mariscal, a sólo dos cuadras de la Plaza Quinde y a 15 minutos del casco colonial de Quito. Ocupa una casa histórica remodelada, que data del comienzo del siglo XX y forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad de Quito. Mientras que sus alrededores tienen todo lo necesario para unas vacaciones perfectas: museos, galerías, tiendas, boutiques, spas y más de 100 restaurantes, cafés, bares y clubes.
¡Independientemente de la hora del día y el año - no hay manera de aburrirse en Quito!